La tiranía de tener siempre razón
Actualmente vivimos en la era de las opiniones. Todos debemos tener una, sobre todos los temas. Sepamos o no de lo que estamos hablando. Y no solo eso, cuando alguien con más experiencia o conocimiento nos intenta informar de un error o postura incorrecta, primero lo intentamos acallar, después lo intentamos debatir y por último le insultamos…
Es importante primero que nada establecer como punto de partida, que si bien todas las personas merecen nuestro respeto. No todas las opiniones lo merecen. Y aún más importante, NO todas las opiniones tienen el mismo peso. Por mucho que las redes sociales premien posturas estúpidas, ignorantes o malintencionadas. EL mundo no es el instituto, no hay que ser popular para ser feliz. Maduremos por favor.
Un ejemplo fácil y rápido de entender. Durante el Covid muchos creían (Y aún siguen creyendo) que su “opinión” es igualmente valida que la de un profesional de la medicina, un virólogo o un biólogo. El abismo de diferencia de conocimiento, es rápidamente justificado por haber leído un par de artículos que confirman la tesis incorrecta de base o por qué alguien con fama esta tan mal informado como nosotros. Porque no nos engañemos, uno de los grandes peligros de Internet es que nadie sabe quién está detrás de los teclados (si es que hay alguien, ya hay inteligencias artificiales escribiendo) y cuál es la motivación que tiene para informar sesgadamente o aún peor, simplemente mentir. Y hasta que se conoce, pues pueden pasar años y en el caso de una enfermedad como esta, quien se informó mal puede haber pagado con su vida.
Así de seria es la cuestión. La desinformación y la propaganda pueden causarte una muerte innecesaria.
Ser libre pensador no garantiza tener la razón. Todo lo contrario, las posiciones dogmáticas e inmutables son un claro rasgo del autoritarismo y la tiranía. Siempre hay que asumir que o no poseemos los hechos completos, no estamos entrenados en un campo, o simplemente la cuestión es tan compleja que escapa a nuestra capacidad instantánea de consumo.
Y voy más allá aún. Estar equivocado y ser corregido no debe ser nunca una causa de vergüenza. Es una oportunidad magnífica de crecer y de analizar los diferentes puntos de vista y perspectivas que la vida nos ofrece. Los seres humanos y las sociedades que creamos son altamente complejos, y simplificando al extremo, sesgando información e infantilizándolo todo no vamos a mejorar, al contrario, seremos mucho más fácil de manipular y engañar por parte de quienes realmente ostentan el poder. Este pequeño grupo de personas que controlan los medios de comunicación y quienes tienen sus propias agendas para la realidad.
Si, las mal llamadas “narrativas” son simplemente una forma de contar las cosas que ocurren o inventar nuevas, para justificar las medidas que se quieren implementar.
Como bien dice Naomi Klein en su increíble libro de la doctrina del shock, el poder intenta utilizar siempre acontecimientos importantes como una guerra o crisis financiera para forzar en la población medidas que incrementen su poder, bajo la falsa premisa de la seguridad o en los últimos tiempos de nuestra salud.
Hay que dudar siempre, no solo de lo que nos dicen, sino incluso de nuestros estados mentales y a veces incluso de nuestros valores.
Por último, me gustaría ofrecer una última reflexión: Imaginaros que tenéis un camino a pie para volver a casa, lo habéis transitado mil veces y sabéis que es cómodo, seguro y rápido. Pero un día un vecino nos comenta que hay este otro camino, donde se tarda más o menos lo mismo, pero en el centro de él, hay un jardín precioso lleno de flores y árboles… ¿Qué harías tú? ¿Lo probarías? O el miedo o la cabezonería harías que lo descartaras inmediatamente…. Si optas por lo segundo nunca sabrás que te estás perdiendo algo hermoso digno de ser admirado, pero seguirás teniendo la razón….
PD: la imagen de la entrada es una alegoría, esa jaula la creamos nosotros cada día que no dejamos entrar nuevas ideas, nuevas formas de explicar y solventar las cosas, nuevas formas de vivir tu sexualidad o de relacionarte con la gente. Y si, quien vive en esa jaula está sumido en el miedo. Miedo al otro, miedo a lo desconocido, miedo a no tener razón…
Tened una buena semana.